El fútbol tiene historias mágicas, en muchos casos salidas de una película y hoy, un 16 de julio de 2015, se ha dado una de ellas. Alcides Ghiggia, el hombre que le dio el Mundial 1950 a Uruguay, falleció a los 88 años (de un infarto) el mismo día que se cumplían 65 años del recordado Maracanazo, en el que la Celeste se impuso por 2 a 1 ante Brasil, tras arrancar perdiendo y con un estadio colmado por casi 200.000 hinchas locales.

Así, el destino cierra con gloria para uno de los héroes más importantes de Uruguay, que se fue el mismo día en el que -con su gol- realizó la gesta más grande en la historia del fútbol, porque los 'Charrúas' debían ganar sí o sí (antes se jugaba con un ronda final y a Brasil, con el empate, le bastaba para ser campeón). Fue tan grande la hazaña, que todos los diarios que de antemano celebraban el título brasileño, titularon de catástrofe la derrota y hasta hubo muchos suicidios por esa caída. Además, Moacir Barbosa, el arquero local, fue condenado por todo su país como el responsable de aquella derrota y del gol.

Los héroes del 50' siempre fueron recordados por esa epopeya, la última que logró Uruguay en una Copa Del Mundo. Sin ir más lejos, el Centenario lo ovacionó gritando su gol un 20 de noviembre de 2013, día en el que fue declarado Monumento al Fútbol Mundial por la FIFA. Aquella gesta marcó un antes y un después en la vida de Ghiggia, quien se despidió de este mundo el mismo día en el que pasó a la historia grande, pero hace 65 años.