Los ciudadanos de Corea del Sur comparecieron este miércoles a las urnas para elecciones legislativas con una masiva participación, a pesar de la aplicación de intensas medidas de seguridad por causa de la pandemia de coronavirus, que incluye la medición de la temperatura de los electores y colegios electorales especiales para personas en cuarentena.
El país adoptó medidas drásticas para permitir la celebración de la votación y también en la campaña que la precedió, en el contexto de la epidemia de COVID-19 que se extendió a casi todos los países del mundo.
En cada entrada de los colegios electorales, se midió la temperatura de los votantes, que estaban obligados a usar una mascarilla. Si se detectaba una fiebre, no se lo rechazaba: por el contrario continuaban el proceso de voto, pero en una cabina de votación especial que se desinfectó después de cada uso.
Los votantes también debieron ponerse guantes de plástico después de frotarse las manos con alcohol en gel y mantuvieron al menos un metro de distancia entre sí.
La jornada no reflejo temores de contagios: participó cerca del 64% del padrón electoral, lo que significa casi 30 millones de personas.
"Todo ha sido muy bien hecho. Por causa del coronavirus, todos respetan la distancia y todo el mundo utiliza guantes", dijo Kim Gwang-woo, de 80 años, mientras esperaba para votar.
"Estas elecciones se llevan a cabo en un período muy difícil, en un momento en que las campañas de distanciamiento social están en marcha y en medio de una contracción en la actividad económica", recordó el martes el presidente de la comisión electoral, Kwon Soon-il.
<h5>Medidas especiales</h5>
Corea del Sur fue uno de los primeros países masivamente afectados por el coronavirus después de China, donde el nuevo coronavirus fue identificado en diciembre pasado.
Incluso durante un corto período fue la segunda fuente de contaminación más importante del mundo, pero logró revertir la tendencia gracias a una estrategia de detección masiva y una investigación en profundidad de personas que entraron en contacto con casos confirmados de la enfermedad.
Las personas que se encuentran actualmente en cuarentena domiciliaria tuvieron el derecho, si no tenían síntomas, a salir y votar durante una hora y media al final de la jornada, que cerró a las 18.
También se establecieron mesas de votación dedicadas en ocho centros de cuarentena. Sin embargo, cualquier persona que esté en cuarentena en su hogar y presente síntomas se ve privada de su derecho al voto.
La presidencia de Moon Jae-in no está en juego porque el jefe de estado se elige por separado. Pero las elecciones legislativas se consideran en Corea del Sur como un referéndum sobre la acción del presidente, que concentra la mayor parte del poder. Una encuesta de salida de la emisora nacional KBS proyectó que el partido demócrata gobernante y una organización hermana ocuparían entre 155 y 178 puestos en la Asamblea Nacional de 300 escaños.
Kim Ki-chul, de 33 años, dijo que la reciente disminución en los casos confirmados de COVID-19 fueron cruciales para convencerlo a votar. "Si se compara la forma en que la epidemia ha sido enfrentada en otros países, Corea del Sur mostró una capacidad increíble de desinfección y contención, y eso hace que aumente la confianza en el gobierno", comentó.