Marcelo Bielsa arrancó el campeonato francés con el Olympique Marsella, pero no lo hizo de la mejor manera. Si bien empató 3 a 3 como visitante ante Bastia, lo cierto es que ganaba por 3 a 1 en el complemento y se lo igualaron por errores de la defensa. Pero eso es historia pasada para el "Loco", quien ahora tuvo su debut como local en la Ligue 1, al recibir al Montpellier en el Stade Velodrome.

Los dirigidos por el "Loco" buscaban el primer triunfo del torneo ante su gente, algo que finalmente no ocurrió. En condición de local, el Marsella jugó mal, se mostró como un equipo desordenado y sin ideas y terminó perdiendo por 2-0, como consecuencia de los goles de Mounier (en el primer tiempo) y Sanson (en el complemento). Ante esta inesperada caída, el equipo se retiró silbado por su público.

En este contexto, lo cierto es que el rosarino ha tenido que tolerar actos de indisciplina, ya que en la semana tuvo que suspender un entrenamiento porque un futbolista, Morgan Amalfitano (excluido por la dirigencia) se presentó a la práctica y como no tenía las mismas actividades que sus compañeros, irrumpió en los ensayos y obligó al rosarino a cancelar todo y después, tener que dar explicaciones a la prensa, que aún no se adapta a sus estilos.