En la jornada del martes se dio una situación inédita, Alem le ganó a Atlas por 1-0, como visitante en el clásico, con un gol fantasma. ¿Qué pasó? El cabezazo de Maximiliamo Maciel, que desniveló el duelo, parece que nunca entró en el arco. La pelota pasó pegada al palo y el "goleador" salió a gritarlo con locura. El árbitro Sebastián Habib cobró el gol y con el 1-0 los locales perdieron la punta en soledad.
En diálogo con <i>Sportia</i>, Maciel dio su versión: "La pelota fue adentro y me fui a festejar. La red no estaba rota. Nosotros estamos muy tranquilos, fue gol y merecimos ganar desde el primer minutos. La verdad que no trabajo de actor, entró y por eso lo salí a festejar".
Por su parte, el arquero de Atlas, Lucas Roa, en diálogo con Sportia, destacó: "La red no se mueve, la pelota no entró. Y por eso perdimos el clásico, perdimos la punta. Te juro por mis hijos que la pelota no entró. El árbitro es un mamarracho".
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