El Gobierno nacional centra sus esfuerzos en la llegada de más vacunas, como las casi dos millones de dosis que desembarcarán esta semana en el país, para avanzar en el plan de inmunización y proteger a la población de riesgo ante el incremento de casos de coronavirus que se registró en los últimos días y que se perfila como una segunda ola de contagios en el marco de la pandemia.
Solo para esta semana se prevé el arribo de casi dos millones de dosis, una cifra que supera las importadas la semana pasada, de 1,2 millones.
Entre los casi dos millones de dosis de esta semana se cuenta la primera partida de 218.000 del mecanismo COVAX, que llegaron el domingo y corresponden a las elaboradas por Oxford/AstraZeneca.
En total, hasta el momento sumaron 5.768.540 las dosis que arribaron a la Argentina.
En paralelo, el Presidente Alberto Fernández, los ministros y los expertos epidemiólogos analizan posibles medidas para contener la multiplicación de casos y trabajan para fortalecer en la población la concientización respecto a los cuidados preventivos frente al virus.
Este escenario tiene su correlato en el registro de casos de coronavirus, que en los reportes de los últimos días muestra que abandonó la meseta y de la aparición en Argentina de nuevas variantes del virus.
En un escenario incipiente que se presenta dinámico, el Gobierno nacional se ve obligado a enfocarse en medidas de corto plazo y en la "concientización" de la población frente a los riesgos, más que en medidas "restrictivas", señala la agencia Télam.
Fuentes gubernamentales explicaron que tanto los mensajes del Presidente y de sus ministros, como así también las medidas adoptadas en los últimos días, buscan la "concientización" de la población para que extreme los cuidados básicos para evitar el contacto con el virus, como mantener la distancia social de dos metros, el uso de barbijos y los cuidados de higiene como el uso del alcohol y los lavados de manos continuos.
La idea en cuanto a medidas es “no ir más allá de lo que marca la situación, y basarse en el corto plazo, para adaptarse a un panorama que se presenta dinámico y cambiante”.
Prueba esta estrategia son el alcance de las medidas anunciadas el domingo por el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y la ministra de Salud Carla Vizzotti, que no se estiran más allá del próximo fin de semana largo de Semana Santa.
Ante el intenso movimiento turístico que representa ese fin de semana extenso, se apela a reforzar los protocolos de cuidado, un recurso que se utilizó con buenos resultados durante la temporada de verano.
El titular de la cartera de Turismo, Matías Lammens, ya había anunciado que no habría restricciones sino más controles durante el fin de semana largo de Semana Santa.
En ese sentido va también la decisión de eximir de presencialidad en los lugares de trabajo a los empleados del sector público, anunciada el domingo por la noche, que regirá -en principio- sólo hasta hoy, miércoles.
Respecto a los indicadores epidemiológicos, a la hora de adoptar medidas, dos se observan con especial atención: la "razón de los casos" (el resultado entre el número de casos confirmados acumulados en los últimos 14 días dividido por el número de casos confirmados acumulados en los 14 días previos) y la "incidencia" (respecto del número de casos confirmados acumulados en los últimos 14 días por 100.000 habitantes).
Según se explicó oportunamente, cuando se registran subas en ambos existe "riesgo elevado" y por ello, el Gobierno nacional pidió el domingo pasado a 13 provincias "implementar medidas intensivas, localizadas y transitorias" para mitigar esos aumentos.