Después del partido entre San Martín de San Juan y Lanús por la quinta jornada del actual campeonato, Javier Toledo salió sorteado para el control antidoping. Pero cuando habían pasado varios meses de aquel momento, se dio a conocer que el análisis salió positivo para el goleador de los cuyanos.

El protagonista de la novela, compungido por lo que le toca atravesar, rompió el silencio y limpió su nombre tras el respaldo por parte del club. "No me puse ninguna sustancia antideportiva, era un analgésico antiinflamatorio para una lumbalgia", explicó la razón de la implementación del Oxa B12.

"Sólo me puse una inyección y el médico no la declaró a la hora del doping, entonces saltó", manifestó el ex atacante de Rosario Central, coincidiendo con la defensa oficial que ejercieron desde la entidad. "No hice nada antideportivo, no la estoy pasando nada bien y es una situación muy fea", continuó.

El goleador del Santo, que lleva siete conversiones en lo que va de la campaña, mencionó que se juntó con Jorge Miadosqui, el mandamás de la institución, y tendrán que elegir abogados para asesorarse legalmente. "También hablé con (Sergio) Marchi y sé que está en contacto con el Presidente para llegar a buen puerto, pero me siento muy mal porque en los años que llevo de carrera nunca tuve un problema", siguió.

Para finalizar, Toledo aseguró que "sólo estoy informado de doping positivo pero no tengo una sanción, por lo que puedo jugar el fin de semana" y concluyó con todo el dolor a cuestas porque "lo que habla la gente pega muy fuerte y a uno lo pone mal".

El Oxa B 12 es una sustancia que integra la lista de medicinas prohibidas hace apenas unos meses, cuando saltó el escándalo con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) porque el país no estaba dentro del estándar internacional regulatorio. La misma se suministra en casos de fuertes dolores musculares.