El divorcio exprés simplificado es un nuevo trámite propuesto por el Gobierno nacional, que busca modificar el Código Civil y Comercial para facilitar la disolución del matrimonio. A diferencia del proceso actual, que requiere la intervención de un abogado y la realización de un juicio, esta iniciativa permite a las parejas acudir directamente al Registro Civil para formalizar su divorcio, sin necesidad de representación legal.

En la actualidad, incluso en casos de divorcios consensuados, ambos cónyuges deben contar con un abogado y seguir un procedimiento judicial. No obstante, con la nueva ley, si hay un acuerdo entre las partes, podrán resolver la división de bienes y la custodia de los hijos en el mismo momento en que firman el divorcio ante el Registro Civil. Si no hay consenso, podrán disolver el matrimonio en el Registro Civil y luego acudir a juicio para abordar las diferencias.

Sin embargo, los Colegios de Abogados del país han expresado su preocupación, argumentando que esta nueva norma podría poner en riesgo varios derechos, y han solicitado al Congreso que la rechace, además de prepararse para posibles acciones legales.

En cuanto a los costos, el precio de un divorcio puede variar considerablemente dependiendo de si se lleva a cabo de forma judicial o administrativa. El divorcio exprés simplificado podría reducir significativamente los gastos asociados, ya que eliminaría la necesidad de abogados y juicios.

La oposición de los abogados se basa en la preocupación de que, al simplificar el proceso, se puedan ver comprometidos derechos fundamentales de las partes involucradas, como el acceso a una asesoría legal adecuada y la protección de sus intereses durante la disolución del matrimonio.

En El Ventilador, Andrea Saxer, vicepresidenta segunda del Colegio de Abogacía de Entre Ríos, fue quien comenzó a detallar qué modificaciones trataría la nueva propuesta.

En primera línea, indicó: “En el 2015, existe el divorcio exprés que la gente creía que iba y se divorciaba, que es judicial. Quien te da la sentencia es el órgano jurisdiccional. Lo que propone Milei con esta reforma es que no haya sentencia, sino que quien te dé el acto de desvinculación sea el administrativo, es decir, el Poder Ejecutivo”.

Además, aclaró: “El divorcio lo que tiende es a la actitud nupcial. El problema son los efectos que este divorcio trae, que no lo tiene este proyecto administrativo. Hoy, el mal llamado divorcio exprés existe, lo que pasa es que con un divorcio, la sentencia comienza con un análisis sistémico del Código Civil. Entonces comienzan a correr un montón de efectos que tienen que ver con los patrimoniales y no patrimoniales”.

Ante la consulta del beneficio que traería no necesitar pagar un abogado, Saxer manifestó que “Entre Ríos cuenta con el Ministerio Público de la Defensa, que, en caso de no tener recursos para pagar un abogado, vas sacás un turno y se te da el derecho”. Sin embargo, aclaró que desde la Defensoría los turnos pueden estirarse, como cuatro meses como mínimo.

Comentó que actualmente “hay 17.000 divorcios inscriptos”, lo que podría llegar a generar demoras en el sector administrativo. Además, la ausencia de un abogado repercutiría en que “no habrá una persona que me enseñe los derechos, sobre todos en los roles de las mujeres –y que tiene un montón de proyectos postergados-, y el tiempo le va a empezar a correr. Tiene un tiempo de caducidad de seis meses, los cuales no van a poder reclamar”.

Yohana Fucks, por su lado, expresó: “Siempre decíamos que hay muchas cuestiones que, por ahí las personas que generan un proyecto de vida, no está pensando en que se va a separar. En el medio hay un montón de cosas que no entendemos muchas veces y que no somos conscientes. Creo que el trabajo de los abogados está en hacernos ver cuáles son nuestros derechos y más cuando hay hijos de por medio. Muchas veces uno dice ‘sigo, lucho sola y continuo’. Pero, con hijos de por medio, tienen que tener sus garantías y derechos. Me parece que en eso son fundamentales los abogados. Delimitan muy bien cuáles son los derechos individuales de las personas involucradas en la situación”.

La abogada retomó la palabra y comentó: “El sistema y hasta el feminismo postula que uno en la comunidad de ganancia cuando me caso con vos, todo lo que vos hagas, va a ser la mitad mía. En la unidad convivencial, cada uno llega con lo que tiene y se va con lo que tiene”.

Posteriormente, habló en profundidad del cuestionamiento del Colegio de Abogados de Entre Ríos: “Tiene que ver con que, al margen de lo constitucional o no, lo que hace es que todas estas figuras, por ejemplo el alimento entre cónyuges, no va a estar. Si estamos casados, tenemos deber mutuo alimentario. Cuando uno se divorcia, empezó a cesar eso. Pero eso la gente no lo sabe. Nace el reclamo de la compensación económica y un montón de figuras, donde el tiempo empezará a correr, y la gente que menos sabe no tiene un abogado”.

Luciana Amatti, es otra abogada que se expresó a favor, indicó: “El divorcio exprés en sí, lo que quieren hacer es que si estas dos personas están de acuerdo entre ellas el querer divorciarse, es solamente eso. Todos los actos que conlleva a un matrimonio (si tienen hijos o bienes), eso se resolverá en la vía judicial pertinente si tienen problemas. Si lo acuerdan entre ellos, lo mejor para solucionar nuestros problemas somos nosotros mismos”. Además, cerró: “El divorcio exprés viene a beneficiar a esas personas que no tienen bienes o hijos a los cuáles ser responsables. Por lo tanto, no pagar honorarios que eleva el costo de hacer un divorcio vía judicial”. Sobre los gastos, se necesita tres millones y medio cada uno.

Ante la consulta de Javier Aragón sobre la cantidad de divorcios en proceso solamente en 2024 (17.000), la mujer comentó la tendencia en Argentina: “Hay más divorcios”.

“Me parece terrible que lo engorroso se coloque en cabezas de abogados y abogadas. Me parece que no es por ahí. Es terrible que se desconozca situaciones en las cuales, por ejemplo, hay personas que han decidido ingresar a la institución del matrimonio y luego han adquirido deudas. Eso hay que dirimirlo. Este divorcio, que no es exprés porque ya existe, este no será exprés porque en sede administrativa están demorando en los registros civiles cuatro meses para inscribir un oficio de divorcio. Imaginate cuando se venga todo el malón de los que no tengan nada y no sean idénticos. Se complica porque la regulación de los efectos del matrimonio es terrible”, comentó la abogada Corina Beisel.

Alejandro Abero, a su turno, interrogó nuevamente sobre cuál sería el verdadero motivo del Poder Ejecutivo de llevar a cabo un nuevo cambio. Sobre los posibles motivos, Saxer ahondó: “A mí me parece que primero hay una postulación de un sistema de familia. Segundo, que el matrimonio vino a cuidar los bienes y acá hay una mirada sobre quién cuida que bien. Eso tiene que ver con una perspectiva del gobierno nacional de que el género no existe”.

“Esta postura es la formación de un modelo de familia, tiene que ver con una cuestión de las sucesiones notariales, es quitar el laburo. Esto se va a terminar encareciendo, en algún lado va a saltar”, agregó.

Por otra parte, Saxer cuestionó este proyecto con otro posible problema que podría figurar en el horizonte: “Hay gente que tiene la autocomposición que dice ‘nos divorciamos: quédate vos con el auto y yo con esto’ ¿Quién va a determinar en el administrativo, qué eso es consensuado? ¿Qué ambos tenemos ganas de este lugar?”.

“Hay un error en el concepto. La propuesta del Gobierno nacional es cambiar quién te divorcia y de qué manera. Pero el divorcio exprés ya está”, concluyó la invitada.