En el inicio del 2024, la noticia que resuena con fuerza entre los hinchas de Boca Juniors es la inminente vuelta de Ever Banega al club de sus amores. El experimentado volante argentino, quien se encuentra disfrutando de unas merecidas vacaciones en Punta del Este con su familia y amigos, parece tener el corazón más cerca que nunca de la mítica azul y oro.
Las redes sociales fueron testigos de su despedida de Arabia Saudita, donde Banega jugó su último partido con el Al Shabab. "La última Navidad" en ese país fue el marco de sus emotivas publicaciones, señales inequívocas de su inminente regreso a la Argentina.
A pesar de que su contrato con el Al Shabab vencía en mayo, Banega logró resolver en tiempo récord su salida anticipada, allanando así el camino para concretar su anhelado retorno a Boca Juniors. Sin embargo, el acuerdo no está sellado aún, y las negociaciones con Juan Román Riquelme, ídolo y actual vicepresidente del club, continúan. Diferencias que, aunque persisten, no parecen ser un obstáculo insuperable.
Estos días se perfilan como decisivos, ya que la aprobación final del nuevo entrenador, Diego Martínez, será determinante para sellar el destino del talentoso mediocampista. Si bien las conversaciones con Riquelme vienen gestándose desde hace un tiempo, falta ese paso crucial para cerrar el acuerdo definitivo que traerá de vuelta a Banega a la Bombonera.
El deseo del jugador, expresado claramente en un posteo que marcó el inicio de esta emocionante trama, es regresar al club que lo vio crecer como futbolista. Incluso, desestimó la posibilidad de volver a Newell's, su otro amor futbolístico, para enfundarse nuevamente la camiseta azul y oro. Así, Banega, listo para abandonar Arabia Saudita y con la costa uruguaya como testigo de su espera, aguarda ansioso el desenlace de las negociaciones.
Si todo se resuelve de manera positiva, Ever Banega, con 35 años y tras una destacada temporada en la Saudi Pro League, llegaría a Boca con la responsabilidad de aportar su calidad y jerarquía. Capitán en la mayoría de los 34 partidos disputados, su ritmo futbolístico es innegable, y su llegada podría ser el impulso que el equipo necesita para elevar su nivel de juego y conquistar nuevos horizontes en el fútbol argentino. La Bombonera late con fuerza, anticipando el regreso triunfal de uno de sus hijos pródigos.
(Olé)