Brasil registró el miércoles 749 nuevas muertes y 11.385 casos confirmados de coronavirus, lo que da un total de 13.149 fallecidos y 188.974 contagios.
Las cifras, difundidas por el Ministerio de Salud, vuelven a colocar al país como el más afectado de América Latina y posible próximo foco de la pandemia a nivel global.
Más temprano el miércoles habían sido difundidos los resultados negativos de los tests por COVID-19 del presidente Jair Bolsonaro, tras un requerimiento del Tribunal Supremo de Brasil a pedido del periódico local O Estado de Sao Paulo, que la calificó como de "interés público".
El jefe de Estado siempre aseguró que no contrajo la enfermedad, pero se había rehusado a divulgar los tests por voluntad propia argumentando que se trataba de un tema "privado". Sin embargo, ante la presión pública para que lo hiciera, el mandatario llegó a insinuar que podría haber contraído la enfermedad y no haberse dado cuenta.
Los datos del miércoles en relación al número de casos mostró un crecimiento del 6,4%. En cuanto al aumento en el número de muertes, el crecimiento fue del 6%. Además, la información refleja un aumento en los estados de Ceará y Amazonas.
En efecto, de acuerdo con el diario O Globo, Ceará superó a Río de Janeiro y ahora es el segundo estado en número de casos confirmados de Covid-19 detrás de San Pablo. Amazonas también registró un rápido avance en el número de casos y superó a Pernambuco y ahora está en la cuarta posición.
La semana pasada fueron varios días seguidos en los que el país sudamericano registró cifras mayores a 600 muertos -600 el martes, 615 el viernes y 610 el sábado-.
De acuerdo con los expertos locales, las cifras podrían ser incluso peores, debido a la baja cantidad de testeos disponibles y de un subregistro de los fallecimientos.
La Organización Panamericana de la Salud dijo el martes que ve con "preocupación" la propagación del nuevo coronavirus en Brasil, el país latinoamericano más golpeado por la pandemia, y urgió a las autoridades a seguir conteniendo su avance.
El virus también volvió a manifestarse en el entorno de Bolsonaro la semana pasada, cuando se confirmó que el vocero de la Presidencia, el general Otávio Rego Barros, había dado positivo.
El funcionario, de 59 años, se encuentra en su domicilio, donde permanecerá en cuarentena, su estado de salud es "bueno" y tiene síntomas "leves" de la enfermedad, explicaron a la agencia de noticias EFE fuentes de su equipo en la Presidencia.
Los tres otros miembros del escalafón más alto del gobierno contrajeron la enfermedad luego de volver de Estados Unidos. Ellos son el titular de la Secretaría de Comunicación, Fabio Wajngarten, y los ministros de Seguridad Institucional, Augusto Heleno, y Minas y Energía, Bento Albuquerque.