Bolivia incluyó este martes a la Ivermectina, antiparasitario de uso animal, dentro de su lista de medicamentos esenciales y podrá ser usada en pacientes con coronavirus, a pesar de sus contraindicaciones y de tratarse de un producto que todavía está a prueba en el tratamiento contra esa enfermedad.
"Lo que se está haciendo es autorizar el uso bajo protocolo clínico y médico, esto de ninguna manera significa la automedicación", dijo el ministro interino de Salud, Marcelo Navajas, durante una rueda de prensa en La Paz.
El alto funcionario hizo esa aclaración tras la lectura de una resolución de su ministerio que declara al fármaco parte de los medicamentos esenciales en Bolivia.
Navajas detalló que esa declaración implicará "la posibilidad de importación" del producto y su uso "en diferentes dosis" a pesar de que de momento "no tiene una validación científica en el tratamiento de coronavirus".
No obstante, el ministro precisó que el medicamento está en listas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que se produce a nivel nacional para el tratamiento de enfermedades parasitarias.
Una razón para incorporar el medicamento en la lista esencial del país es evitar la "especulación sobre el producto" teniendo una restricción y otra para que no haya una falsa percepción de que el fármaco no está a disposición, sostuvo el ministro.
Parte de la recomendación para su uso está relacionada al criterio de "consentimiento informado", lo que quiere decir que todo paciente con esa medicación debe saber que la está recibiendo y que es un fármaco que "está a prueba", dijo Navajas.
El Ministerio de Salud de Bolivia advirtió que algunos efectos de la Ivermectina son "mareos, vértigos, dolores estomacales e incluso daños hepáticos". En el país se reportaron 128 muertos y 2.964 casos confirmados de coronavirus, de acuerdo a un balance de la Universidad Johns Hopkins a las 13:00 GMT de este miércoles.
A pesar de haberse anunciado una flexibilización de la cuarentena, muchas regiones del país han optado por mantener el confinamiento rígido hasta el 31 de mayo, justamente por el repunte de contagios en los últimos días.
Como adelantó Infobae en abril, se conoció la noticia sobre un trabajo dirigido por la Universidad de Monash en Melbourne (Australia), junto al Peter Doherty Institute of Infection and Immunity (Doherty Institute), el cual evidenció en cultivos celulares que un medicamento antiparasitario, denominado Ivermectin y disponible en todo el mundo, es capaz de matar al coronavirus en 48 horas.
En América Latina se conoce como Ivermectina y está conformado por una mezcla 80/20 de avermectina B1a y B1b. En la actividad veterinaria se utiliza, generalmente por vía inyectable y en menor medida por vía oral, para combatir las garrapatas, sarna y nematodiasis, en equinos, bovinos, caprinos, ovinos, suinos, caninos y felinos.
Pero también es empleado en la medicina humana, en forma de comprimidos para el tratamiento de algunos procesos provocados por parásitos y en forma de crema para el tratamiento de la rosácea.
A partir de este estudio en Australia, empezó a circular en diferentes ámbitos del mundo agropecuario la opinión de Carlos Lanusse, profesor de Farmacología Veterinaria de la Universidad del Centro, Investigador Superior del Conicet.
Durante muchos años, Lanusse estudió a la Ivermectina, y ante el informe realizado en Australia, sostuvo: "La idea es poner cautela detrás de un enorme drama por el que atraviesa el mundo. Hay que tener expectativas medidas y nos tenemos que acostumbrar a convivir con la cuarentena y al aislamiento obligatorio, y lo demás vendrá en el futuro. Todo esto hay que tomarlo con mucha precaución, y es muy importante que desde la investigación en veterinaria se pueda brindar una respuesta a la salud humana".
Lanusse, en una entrevista que concedió al portal Infosudoeste, también comentó que desde el laboratorio en farmacología veterinaria, en el cual trabaja desde hace tiempo, se lleva adelante la tarea en muchos fármacos de uso veterinario y el potencial que tienen los mismos para que sean utilizados en la medicina humana. "Esto en el mundo se llama el reposicionamiento de viejas drogas para nuevos usos. Esto llegó de la mano en los últimos 10 a 12 años de los altos costos que significa el desarrollo y la aprobación de nuevas moléculas para introducir en el mercado, tanto veterinario, agronómico y humano", expresó.
A partir de estos trabajos preliminares, los especialistas australianos lograron en una determinada concentración in vitro, es decir en un laboratorio o en una placa o en tubo de ensayo, y sin un animal de por medio, que la Ivermectina demuestra inhibir rápidamente en 24 y 48 horas la replicación del coronavirus.
"Conocemos mucho de la Ivermectina enfrentando a los parásitos, pero no la conocemos enfrentando a un virus en el organismo. Entre un parásito, un virus y una bacteria, son agentes biológicos de distintas patologías. Y ese es el gran desafío científico del momento, de poder encontrar una cantidad de Ivermectina para tratar un paciente enfermo con coronavirus, y que sea capaz de lograr concentraciones en el tracto respiratorio donde está mayoritariamente localizado el coronavirus, y que esa cantidad de droga pueda inhibir la replicación del virus en vivo, es decir en el pulmón de un infectado", dijo Lanusse.
Y agregó: "Esta es una oportunidad que aparece como algo razonable, en un momento de desesperación a nivel mundial por encontrar algo que frene la pandemia. Es razonable, porque la Ivermectina ya está probada para el uso de medicina humana, y no es lo mismo empezar con un agente químico que nadie conoce y para tratar pacientes tenemos que pasar por varias fases de aprobación. Tenemos una ventaja relativamente importante: la droga ya existe para el uso humano para el control de los parásitos. Indudablemente esa dosis es insuficiente para poder eliminar el virus".