¿Qué hincha de la selección no quisiera ser testigo de un triunfo en el Maracaná en una final? Aquel sueño, que se acercó bastante a la realidad en 2014 hasta que Alemania mostró que tenía otros planes, no podrá cumplirse para unos 5000 argentinos aunque Messi haga proezas: son los que integran la lista del programa "Tribuna Segura" del ministerio de Seguridad de la Nación, que serán impedidos de ingresar a los estadios de Brasil durante la Copa América.
La medida tiene una intención más ambiciosa todavía: una resolución firmada por Sergio Moro -ministro de Seguridad brasileño- indica que "miembros de hinchadas de otros países envueltos en violencia en los estadios" ni siquiera podrán cruzar las fronteras. Para ello se valdrán del registro que el Gobierno argentino le proporcionará: en el último año, ese informe pasó de tener 3.000 a los 5.000 hinchas señalados por haber protagonizado episodios violentos. Si igualmente alguno de ellos lograra ingresar a Brasil, las puertas de las canchas deberían ser su límite.
"Hablé con el ministro en enero y volveremos a hacerlo la semana que viene. Le mostramos el trabajo que hicimos durante el Mundial: en Rusia se deportaron 50 hinchas argentinos", expuso la ministra Patricia Bullrich en una ronda de prensa de la que participó LA NACION. El viernes próximo, Bullrich, Moro y sus colegas de los demás países del Mercosur se juntarán con Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, para sentar las bases de un acuerdo que le dé forma a una base de datos común, a la que cada país aporte los nombre de aquellos que hayan sido protagonistas de hechos de violencia en las canchas locales. ¿Suficiente para que esa nómina esté disponible para el torneo que se disputará entre junio y julio en Brasil? Imposible: Ecuador, Perú, Venezuela y Bolivia ni siquiera tienen creados los propios.
La noche anterior a esa cumbre, todos los ministros estarán en el Monumental para ser testigos de la final de la Recopa Sudamericana entre River y Atlético Paranaense. Para Bullrich será imposible no asociar el viaje que haga esa noche al estadio con el que hizo el ómnibus de Boca el 24 de noviembre, camino a la final de la Copa Libertadores. Los vidrios rotos y el escándalo propalándose por el mundo es una vergüenza que todavía no cedió, aunque la ministra lo considera "aclarado". Matías Firpo, el único hincha condenado tras haber sido identificado entre la muchedumbre que tiraba piedras, es uno de los que está en el listado de Tribuna Segura.
Otro tipo de escenas tampoco se repetirá en Brasil, aunque por motivos diferentes. No va a ser sencillo ver en TV a noteros acercándose a grupos grandes de hinchas argentinos con la noticia del último aumento del dólar para registrar en vivo las reacciones de sorpresa, incredulidad, enojo; sencillamente porque el fervor de la Copa América no se compara con lo que despierta el Mundial. Y aunque Brasil sea un país limítrofe y Rusia esté a 17 mil kilómetros, nadie espera que, por ejemplo, haya 25 mil argentinos en Salvador el 15 de junio, la noche del debut de la selección, como sí los hubo en Moscú cuando la pelota empezó a rodar contra Islandia en el primer partido.
"En la primera rueda, la mayor cantidad de argentinos la esperamos en Porto Alegre", le dijo a este diario Guillermo Madero, el funcionario a cargo de Tribuna Segura (creado en 2016). Será el domingo 23 de junio, cuando la Argentina enfrente a... Qatar. Esa excentricidad también será parte de la Copa América: Qatar y Japón son los invitados al torneo continental.
La ministra reconoce que hay muchos hinchas más por fuera del listado que deberían estar en él. Arriesga que podrían ser "unos 10 mil": por ahora, Tribuna Segura se ocupa solo de los partidos de Primera División y ocasionalmente de algún otro. Apenas un puñado de todos los espectáculos deportivos que se realizan en el país cada día. Bullrich aspira a que la Superliga cree en el futuro un carnet de hinchas, lo que significaría una primera parte del trabajo. Algo así como el Fan ID que Rusia obligó a sacar a cada hincha antes de comprar las entradas para el Mundial. O una réplica del programa "AFA Plus", una idea de Julio Grondona que naufragó antes de nacer.
¿Se puede imaginar que las canchas argentinas tengan cámaras en cada ingreso e identificadores faciales? ¿Quién asumiría esa inversión? Suena pretencioso si se observa la realidad: al día de hoy, en la mayoría de las canchas argentinas es difícil encontrar un baño en condiciones mínimas de higiene y salubridad.