La provincia de Entre Ríos registra una ocupación del 61,05% del total de las camas de terapia intensiva (UTI), 18 puntos porcentuales menos que a mediados de julio, informó el Gobierno provincial, aunque en Paraná se mantiene la situación de alerta.

Actualmente, en la provincia se mantienen 104 camas libres sobre las 268 disponibles, de las cuales no todas están preparadas para atender a pacientes con coronavirus, al tiempo que se precisó que 42 son del sector público y 62 del privado.

En ese sentido, el Ministerio de Salud provincial remarcó a la población que se deben mantener las medidas de autocuidado e higiene y los protocolos vigentes, y para ello dividió a la provincia en cuatro regiones para detallar la situación epidemiológica.

La Región I, compuesta por los departamentos La Paz, Paraná, Nogoyá, Diamante y Victoria, registra una ocupación del 73,60%, pero con Paraná, capital provincial, con una ocupación que aumenta al 78,16 por ciento.

En esta región aún están libres 10 camas en el sector público, y unas 23 unidades en clínicas y sanatorios.

En la Región II (Feliciano, Federación, Federal, Concordia, San Salvador y Villaguay) la ocupación bajó al 41,82% con 32 camas disponibles.

Lo mismo sucede en la Región III (Uruguay, Colón y Tala) donde bajó al 54,76%, cerca de un 25% menos que hace un mes y con 19 camas libres.

Por otro lado, en la Región IV (integrada por los departamentos Gualeguaychú, Gualeguay e Islas del Ibicuy) la ocupación de las camas UTI bajó al 55,56%, con 13 unidades públicas disponibles y siete privadas.

Desde el Gobierno entrerriano destacaron que el avance de la campaña de la vacunación, con más de 1.050.000 personas vacunadas, permitió avanzar en las habilitaciones de actividades y en disminuir la ocupación en los hospitales.

En ese sentido, durante la semana pasada se registraron 795 casos nuevos de coronavirus, lejos de los 7.000 detectados en siete días a mediados de mayo, y que continúa en un franco descenso desde mediados de junio.

También la tendencia se ve reflejada en los fallecimientos por Covid-19, que pasaron de 473 personas en mayo a 128 en julio pasado.