Sociedad Sin distanciamiento ni barbijos

Comuna destacó el “movimiento” que generó una fiesta con más 1200 personas

Las autoridades sabían de la fiesta clandestina. El evento, le aportó a la zona “el movimiento que necesitaba. El balance para el pueblo fue muy positivo”, dijo la jefa comunal que reconoció la falta de distanciamiento y uso de barbijo.

19 de Enero de 2021

En uno de los momentos más críticos por el rebrote de la pandemia de coronavirus las fiestas clandestinas siguen proliferando y parecen no tener solución. Los jóvenes se juntan en encuentros masivos en distintos puntos del país y los gobernantes parecen no poder encontrarle la solución. Y en algunos casos ni la buscan, más allá de que son los mismos que después le piden responsabilidad a la población y que se extremen los cuidados.

 

Esta vez la fiesta clandestina se dio en la localidad de Alpa Corral, un destino turístico cercano a Río Cuarto en la provincia de Córdoba, donde unos 1.200 jóvenes se congregaron el último sábado en el complejo polideportivo municipal. Las imágenes circularon por las redes sociales y muestran a los jóvenes y adolescentes sin tapabocas ni distanciamiento social.

 

 

Y si bien estos eventos están prohibidos en esa localidad cordobesa, como en la mayoría de las ciudades del país, la intendencia local lejos de desalentarla tuvo una actitud complaciente, al punto de que fue avalada por la jefa comunal María Nélida Ortiz.

"Lo del sábado fue impresionante y es para destacar porque hemos tenido cualquier cantidad de jóvenes. Lo importante es que se portaron bien", destacó la jefa comunal reivindicando la realización de la fiesta, más allá de que después lamentó que "lo único que nos costó fue que no usaron el barbijo ni hubo distanciamiento”, además de las molestias ocasionadas en las casas de familia que estaban en esa zona.

 

La invitación a la fiesta se hizo a través de las redes y las autoridades locales estaban al tanto de la misma, al punto que prepararon un operativo de contención con 70 efectivos que custodiaron la zona mientras el evento se desarrollaba. “Fue un muy buen operativo de Gendarmería y de la policía de la provincia”, dijo Ortiz en diálogo con Data Clave. En el operativo también participaron bomberos e inspectores municipales.

 

Como justificativo a lo que sucedió, que es contrario a lo que pasa en muchas ciudades donde se intenta desalentar su realización, la funcionaria justificó el hecho en que no se puede desactivar una fiesta “con casi 2.000 jóvenes”. Pero para que no queden dudas de su pensamiento fue mucho más allá y aseguró que este evento le aportó a la zona “el movimiento que necesitaba. El balance para el pueblo fue muy positivo, ya que acá se vive del turismo”.

 

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