Hay quienes no necesitan ningún test de orientación vocacional a la hora de definir a qué dedicarse en la vida. Para Yamila Giardina (24), el camino siempre estuvo muy claro: lo suyo era el modelaje y la actuación. Desde chiquita, las fotos que guarda lo atestiguan, y su mamá puede dar fe de ello, que a esta morocha le encanta posar y mostrarse. Alcanza con verla para comprobar que con sus dones naturales ella tiene razones de sobra para cautivar al público. Además de ser muy linda y simpática, es una chica con actitud. Eso, justamente, es lo que la empujó a animarse a más y a probarse en una faceta mucho más histriónica. Porque de trabajar un tiempo como secretaria en Animales sueltos, en América TV, la llamaron para participar en los sketches de Periodismo para todos, en El Trece. "Me encanta actuar, soy caradura, porque no soy actriz. El año que viene voy a retomar mis estudios de teatro", cuenta esta chica que empezó su carrera a los 18 años. "Había probado a los 15, pero en una agencia que no era muy buena. Después me puse de novia, me agarró con todo el amor adolescente? y abandoné".
-¿A tu novio no le gustaba que trabajaras como modelo?
-No, el problema era yo. Después me puse más las pilas con el gimnasio y empecé a alimentarme bien. Hoy tengo que cuidarme mucho porque soy celíaca, y la verdad es que es un punto a favor porque tengo que comer sano sí o sí. Lo descubrí cuando estaba por cumplir veinte. Me sentía muy mal, bajaba de peso, pero tenía panza; era toda flaquita y con pancita. De tan sólo pensar en comer harinas, me hace mal. Y si salgo a comer afuera vuelvo locos a los mozos, les pregunto todo. Como muy sano: pollo, carne, mucha ensalada y verduras. ¡Pero soy fanática del chocolate!
-Trabajaste con Alejandro Fantino, ¿cómo fue esa experiencia para vos?
-Fantino es muy simpático, me sentí súper comoda, aunque no teníamos mucha relación. Y con Coco Sily, muy poco. No nos cruzábamos mucho, pero es muy copado. Yo soy cero cholula.
-Venías de ser modelo, y el hecho de estar en la televisión te expuso más. ¿Te cambió un poco que te reconozcan en la calle? ¿Cómo viviste esa repercusión?
-Sí, me reconocen un poco más. Pero estuve poco tiempo, y después empecé en Periodismo para todos, donde me llaman cuando necesitan que haga un personaje. Es divertido.
-Y de repente la gente del ambiente empezó a conseguir tu número. ¿Te empezaron a llamar hombres desconocidos?
-Sí, ¡hay de todo! Recibí algunos mensajes. Pero yo, nada... Si no es algo real, por trabajo, no me interesa, no les doy bola. Estoy de novia desde hace poco más de un año. Él tiene casi tres años más que yo, y no es del medio; estudia y trabaja en una empresa.
-¿Le cuesta aceptar ese tipo de situaciones que pasan por el hecho de estar en el medio?
-Lo sufre, ¡pobre! Le cuesta, es bastante complicado, pero bueno? Yo también soy celosa, lamentablemente. Alguna vez le he revisado el celular? ¡Chan! Es algo que tengo que corregir de mí; ser más segura y no tener celos. Hay que confiar. Además vivimos juntos. La convivencia es genial porque nos complementamos, a mí no me gusta cocinar y a él sí. En cambio, a mí me gusta ordenar y a él no tanto. La verdad, ¡me trata como a una reina! Me cuida mucho, me acompaña siempre: primero estoy yo. Valoro mucho todo eso.
-Por amor, ¿dejarías tu carrera?
-Es algo que me tienen que respetar. Una cuando se pone de novia a veces descuida un poco la profesión, pero hay que hacer lo que a una le gusta. Así que no, no relegaría la carrera por amor.
-¿Qué te gustaría hacer ahora? ¿Que te llamen para hacer ficción?
-Me interesa mucho el cine. Me llama la atención porque no lo estudié, tendría que meterme más en eso. Teatro de revistas también me encantaría. ¡Me gusta todo!