La derrota 2-0 ante Vélez significó otro golpe para Boca , que pese a ser escolta en el torneo, no puede reaccionar tras la eliminación contra River en octavos de final de la Copa Libertadores. Desde el 2-0 en el superclásico por el certamen local, los xeneizes no volvieron a la victoria y recibieron cinco goles en los últimos dos partidos. "Hay cuestiones anímicas y tenemos que reaccionar. Es algo que tenemos que cambiar. Ahora me preocupa el rendimiento colectivo", señaló Rodolfo Arruabarrena , el DT de Boca, en conferencia de prensa.

"Tuvimos algunas ocasiones pero también errores infantiles. Ahí se empieza a complicar el orden y es un tema a corregir. El tema anímico hay que mostrarlo en la cancha y el domingo tenemos un partido importante ante Newell's. Sería tonto pensar ahora en el parate por la Copa América", agregó.

Por su parte, Daniel "Cata" Díaz destacó que el mayor problema ante Vélez fue la falta de efectividad. "Creo que fue un partido cerrado. Tuvimos las posibilidades, pero no pudimos concretar", dijo. añadió: "Sabemos que tenemos la camiseta más grande de la Argentina y la tenemos que defender. Esto sigue y la vamos a defender a muerte".

Dos realidades. Boca llegó a los partidos al cruce ante River por Copa Libertadores como puntero e invicto en el torneo local. Además, había cerrado la fase de grupos de la Libertadores con 18 puntos, con seis triunfos en igual cantidad de partidos y una diferencia de +17. Después, se quedó afuera ante los millonarios y no volvió al triunfo en el torneo. Su única victoria en las últimas semanas fue ante Huracán Las Heras, por la Copa Argentina.