Tuvo que sufrir mucho más de lo pensado, pero Rosario Central logró su cometido y así se anima a soñar con dar la vuelta olímpica. Venía de tres empates de manera consecutiva y Eduardo Coudet estalló de bronca por la forma en la que le empardaron el juego de hoy, cuando estaba más cerca de liquidarlo y el rival de turno lo molestaba poco y nada. La vía aérea ya la había sufrido todo el match ante Defensa y Justicia, la semana pasada.

El cotejo fue chato de arranque, pero el local siempre tuvo la iniciativa, aunque sin mostrar la precisión en velocidad de veces anteriores. Tardó 36 minutos en quebrar a San Martín de San Juan, que estaba cómodo con el resultado pero no pasaba demasiados sofocones hasta allí. Marco Ruben aprovechó un error de Gómez y profundizó para Franco Cervi, quien la empaló justo antes de que lo cerrara Ardente y se fue a festejar con el resto de sus compañeros.

En esta ocasión, el goleador del torneo (ya gritó 8 veces) se puso la pilcha de asistidor para el beneficio del equipo y el trabajo dio sus frutos. Ya en el complemento, el Canalla le rodeaba la manzana al Santo cuyano y estaba cerca del segundo, pero Aparicio le tiró un centro a la cabeza a Facundo Pumpido, quien dejó parado a Caranta y puso la igualdad. El Gigante de Arroyito quedó estupefacto, porque todos ya saboreaban el triunfo. Pero habría más emoción.

Silvio Trucco no vio un codazo de Niell a Iberbia pero sí una falta de Marcos Figueroa, quien debió quedarse como lateral izquierdo por falta de su compañero, quien era atendido con un profundo corte a la altura de una ceja. Colman metió la última pelota en el área y Alejandro Donatti saltó más que nadie para ponerla junto a un palo y dejar los tres puntos en casa. ¿Había offside de otro atacante que fue en busca del balón? Sí, pero el línea Fernández no se percató de esta situación y el 2-1 fue convalidado (algo similar a lo que sucedió ante Tigre).

A la espera de lo que haga Boca (el único que puede superarlo) ante Nueva Chicago, en Central se ilusionan con pelear hasta el final por el título, para sumar una estrella que se niega hace casi 30 años. De la mano del "Chacho"...