Funcionarios, voceros de la salud privada e investigadores de la Universidad Nacional de Rosario detectaron en el arranque de las vacaciones de invierno indicadores epidemiológicos que marcan una mayor actividad en la circulación del virus en Rosario. “Este amesetamiento alto de casos que había tenido un leve descenso comenzó a activarse por el mayor movimiento de gente y en función de las actividades recreativas y sociales”, aseguraron y advirtieron que la ocupación de camas permanece muy elevada y empezó a ascender el porcentaje de internados Covid.
El número de reproducción diario volvió a 1,01 (cuando el 25 de junio fue de 0,85), la razón de casos sigue muy cercana a uno (ayer en 0,91) y la incidencia por encima de los 500 (indicador para declarar el alerta):669.
Los pacientes Covid ocupan camas por encima del 35 por ciento, cuando habían bajado por debajo del 30 por ciento y las camas de terapia de la salud pública siguen muy exigidas: 98 por ciento.
Ayer se contabilizaron 635 nuevos casos pero 6.200 activos.
El secretario de Salud pública municipal, Leonardo Caruana, aclaró ante La Capital que las flexibilizaciones aplicadas el jueves pasado fueron en base a una desaceleración de contagios analizados desde la semana del 26 de mayo. El problema es que esta caída, que era del 15 por ciento semanas atrás, empezó a reducirse en las últimas semanas. La preocupación y la expectativa están puestas en el jueves, cuando se confirme o no un nuevo y elevado amesetamiento.
“Este número elevado hace que muchos deban usar camas generales y críticas, con un escenario más favorable que en mayo, pero con un riesgo latente por el tránsito de personas, aperturas y turismo”, apuntó Caruana para machacar con la detección precoz ante síntomas, el cuidado personal y el avance de la vacunación: “Quienes vuelvan de vacaciones no tienen que regresar a hacer todas las actividades. Si se trabaja, evitar lo social, no todo a la vez”, dijo para acotar: “Que las imágenes que vimos el fin de semana nos sirvan para tener precaución de las cosas que hagamos los próximos días”.
Para la vocera de la salud privada rosarina, Carolina Subirá, la mayor cantidad de casos durante la segunda ola se produjo entre la segunda quincena de mayo y primera semana de junio, luego continuó con un declive hasta la semana pasada y una meseta en los primeros 10 días de julio. “Esta tendiendo a reactivarse nuevamente, ya que el índice de reproducción diario ha superado el valor de uno, y subió levemente la razón de casos, lo que habla de circulación viral. La positividad venía en descenso, de un 45 por ciento a por debajo del 30 por ciento, pero este mes nos enfrentamos a múltiples desafíos como el movimiento de personas en el país, las manifestaciones y las vacaciones de invierno. Y agregamos el Día del Amigo, junto a otros festejos. Esta mayor movilidad puede impactar en los próximos 28 días con un nuevo aumento de la circulación viral”.
El médico, docente de la UNR e integrante de la Asamblea de los Trabajadores de la Salud, Jorge Kohen, consideró que “se abre un panorama incierto y preocupante. Tras repasar que desde el 1º de julio aumentaron el Rt y la razón de casos (indicadores que muestran la velocidad de contagios), el investigador se detuvo en los 6.200 casos activos rosarinos y en los 19 mil en la provincia.
De riesgo
“Esto nos muestra que estamos en una zona de riesgo, en la cual parecería que el imaginario de la población vive la pospandemia, con poco riesgo y con un mayor nivel de apertura en las actividades económicas y recreativas en una situación de alto riesgo pero en un marcado avance de la vacunación”, señaló Kohen para lamentarse: “No aplastamos la curva y nos perdimos la gran oportunidad de lograrlo. Hemos perdido el impulso en la baja que hubo con el cese que terminó el 11 de junio. Ya llevamos en julio más de 150 fallecidos y si mantenemos estos promedios, en julio superaremos la mortalidad mensual”.
Ayer, el médico Lucas De Candia, también referente de la Asamblea de Trabajadores de la Salud Colectiva, advirtió en La Ocho que habrá que analizar el impacto en los casos de los últimos eventos de concentración masiva para señalar que el Día del Amigo, turismo y aperturas se da en un nivel alto de casos en Rosario.
“Las actividades en espacios cerrados son riesgosas y si bien la vacunación va rápido; la vacuna no es un blindaje ni garantía de no contagiarse o de contagiar”. (La Capital)