Falso testimonio. Un hombre de Paraná se presentó en sede judicial para denunciar a una licenciada en Piscología por “falsas acusaciones” hacia su persona, en ocasión de una audiencia realizada el 8 de agosto, en la que presentó un informe pericial psicológico solicitado por la querella, que se realizó en el contexto de una investigación que se sustancia contra el denunciante por un presunto abuso intrafamiliar.

En la denuncia, indica que la profesional habría declarado sin darle el debido respaldo a sus dichos. En el informe que la profesional había realizado con anterioridad y en base a un par de entrevistas que habría mantenido con la supuesta víctima del delito que se estaba investigando, no consignó dos situaciones que sí sostuvo en la audiencia y constituirían un serio agravante de la conducta que se trata de determinar en el contexto del supuesto abuso. En este sentido, el testimonio de la psicóloga fue considerado como muy importante por la querella, que lo propuso por entender que podría arrojar claridad sobre los hechos investigados.

Según se sostuvo en la denuncia, ante los dichos de la profesional que no fueron consignados en el informe pericial que se puso a disposición de las partes en la audiencia del 8 de agosto, la defensa del hombre advirtió la situación y consultó a la profesional por qué no había manifestado dicho comentario en el informe, recibiendo, según la denuncia, una respuesta “vaga” porque “no lo consideraba importante”, añadiendo el denunciante que la psicóloga expresó que “no utilizó ningún método” en la entrevista con la supuesta víctima del alegado abuso. En este sentido, el denunciante expresó: “Me consterna que hayan utilizado para dicha audiencia comentarios que no se constataban en el informe”.

Llamó la atención que la profesional “nunca documentó las aseveraciones que realizó y recién las recordó al momento de celebrarse dicha entrevista”. Esta situación, sumada a las supuestas respuestas imprecisas debilitó lo consignado en el informe y arrojó un manto de sospecha sobre su testimonio. La anómala situación quedó registrada en filmación de la entrevista videograba.

El abogado Franco Azziani Cánepa, defensor del denunciante, mencionó que la situación tomó de “sorpresa" a la defensa, puesto que indicó que "a lo largo del proceso y en diversos abordajes interdisciplinarios, el menor nunca le habría manifestado tales conductas a nadie como así tampoco lo habría manifestado en la correspondiente cámara Gesell que se le practicó a tales efectos”. También prcisó que “idéntica situación se habría sucedido en los ámbitos especializados del Juzgado de Familia que venía interviniendo desde hace cinco años con el menor”.

Recordó que en la entrevista "insistió sobre la veracidad de dichas afirmaciones" pero señaló que no obtuvo “respuestas certeras y comprobables por parte de la profesional” y añadió que “no se pudieron aportar documentos concretos en los cuales consten dichas manifestaciones”.

En este sentido, Azziani Cánepa, dio cuenta que su cliente “entró en pánico cuando tuvo acceso a las declaraciones y no podía comprender cómo una profesional podía realizar de manera tan liviana semejante acusaciones en contra de su persona y que no dejara constancia escrita de dicho proceder”. Y acotó que “esto fue lo que motivó a que se presentara ante la Justicia y realizara la denuncia correspondiente informando que también haría lo propio en el Colegio de Psicólogos de la provincia para que se investigase la actuación de esta profesional”.

Finalmente, el abogado dijo que su defendido “viene siendo investigado desde el año 2019. En una primera oportunidad la investigación se archivó y ese archivo nunca se apeló, siendo reabierta la investigación cinco años después a partir de una denuncia que nunca pudo ser corroborada fehacientemente”. Fuente: APF