Fue un hecho sin precedentes en la historia del fútbol. Ocurrió hace un año y tuvo ribetes escandalosos. La suspensión del partido entre la Selección argentina y Brasil en la ciudad de San Pablo, por las Eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Qatar 2022, tuvo su raíz de cuestiones sanitarias en medio de la pandemia de coronavirus.
El 5 de septiembre de 2021, el seleccionado albiceleste debió retirarse del campo de juego, pese a que ya había iniciado el encuentro, cuando autoridades sanitarias brasileñas quisieron detener a cuatro jugadores por haber incumplido el protocolo previsto como prevención por el Covid-19.
Dos representantes de la Sanidad del Gobierno de Brasil se metieron dentro de la cancha del Arena Corinthians a los cinco minutos e incluso uno de ellos tuvo empujones con Nicolás Otamendi y Marcos Acuña.
Ante esto, los representantes de Conmebol recomendaron al entrenador Lionel Scaloni que se vaya a los vestuarios hasta resolverse la situación, pero el cotejo finalmente fue cancelado y generó un escándalo mundial.
El clima enrarecido estuvo hasta minutos antes de empezar el partido: el rumor era que la FIFA -como organizador de las Eliminatorias- advirtió a Brasil sobre una posible pérdida de puntos si no iniciaba el encuentro.
Lo cierto es que Brasil no tuvo a nueve futbolistas que jugaban en Inglaterra para la convocatoria ante la problemática para retornar a ese país y perderse partidos de la Premier League o la Liga de Campeones con sus clubes.
Argentina, en tanto, resolvió convocarlos de igual manera pese al boicot que cuatro Ligas europeas realizaron en la previa de esa triple fecha. Más temprano, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) emitió un comunicado en el que instó a las autoridades de Brasil a deportar a los argentinos Emiliano "Dibu" Martínez, Emiliano Buendía, Cristian "Cuti" Romero y Giovani Lo Celso, tres de los cuales estaban en la cancha.
Según señaló Anvisa, "cuatro jugadores argentinos ingresaron a Brasil incumpliendo las normas sanitarias del país al declarar supuestamente información falsa en un formulario oficial", debido a que aseguraron "no haber pasado por ninguno de los cuatro países (Inglaterra, Sudáfrica, India e Irlanda del Norte) con restricciones en los últimos 14 días".
Tras un intenso ida y vuelta en los días posteriores al hecho que quedó en el centro de los ojos del mundo, el duelo fue postergado y ambas asociaciones fueron sancionadas por lo sucedido en San Pablo.
Recién el 16 de agosto último, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la Confederación brasileña y la FIFA, que en un primer fallo había dispuesto que se juegue, definieron la suspensión oficial del encuentro en la disputa en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
"La AFA y la CBF han aceptado sus respectivas responsabilidades por los hechos que dieron lugar a la suspensión del Partido, tal y como fue constatado por los Órganos Judiciales de la FIFA, y que deben asumir la sanción correspondiente", señaló un comunicado del máximo organismo del fútbol argentino.