Un incendio en islas de Santa Fe, se observa desde Paraná y las cenizas llegaron a diferentes zonas de la ciudad. Además, el humo invadió gran parte de la capital entrerriana y en algunos lugares, el ambiente se volvió irrespirable.
Pablo Aceñolaza, director de Áreas Protegidas de Entre Ríos, expresó a Elonce que “es una preocupación creciente porque estamos entrando en un período donde, probablemente, a este tipo de situaciones las vamos a ver con más recurrencia. Venimos de un verano en el cual hubo altas temperaturas, estuvo el río alto, lo que produjo gran crecimiento de la vegetación herbácea. Ésta, durante el invierno y por las heladas, se seca y muere. Con el advenimiento de la primavera, más la sequía y la bajante, es un caldo muy peligroso para este tipo de situaciones”.
Los incendios “son una metodología histórica, clásica de disminuir la biomasa seca, que no es tan palatable para los animales, mediante una reducción por fuego, para que lo que viene, nuevo, rebrote con facilidad y fuerza. Eso nuevo que crece, que es bien verde, es más palatable para el ganado, es más rico nutricionalmente. Es una práctica que es común”.
Indicó que “más del 95 por ciento de los incendios de este tipo son producidos por el hombre, ya sea intencionalmente o aquellos que son por negligencia. En eso tenemos que trabajar con la concientización de la gente. A veces van a la isla a hacer un asado el fin de semana y se prende fuego”.
Las quemas “están prohibidas en Entre Ríos, a excepción de que se realice una solicitud de quemas prescriptas, es decir, podemos autorizar una quema. La Secretaría de Ambiente tiene la facultad de autorizar quemas. Lo hace, siguiendo una cantidad de parámetros de contexto, ambientales, de biomasa. Hay una forma, un protocolo para hacerlo. En lo que va del año se han recibido más de 150 solicitudes. Muchas están sobre la costa del río Uruguay, asociadas a plantaciones forestales, y diseminadas en la provincia asociadas a la reducción de biomasa”.
Destacó que comúnmente se tiene “el concepto de que al fuego hay que evitarlo y prohibirlo, como manera de controlar que no haya. Eso es así, pero tiene una contra, que es que el combustible, que es la biomasa, la vegetación herbácea muerta, es la pata que se va incrementando. Cuando hay un incendio y hay un tiempo largo sin incendios, la biomasa es cada vez más y es mucho más difícil de controlar y manejar. Hay algunas técnicas y formas de mantener esa biomasa baja. La cuestión es el momento, hay un protocolo para establecer la quema, para que no se descontrole”.
Incendios en Santa Fe
Aceñolaza señaló que “si este fuera el caso, si hubiese sido Entre Ríos, no se hubiera autorizado una quema porque no están dadas las condiciones. Hay mucho viento, que es avivador del fuego. Hay factores a considerar”.
“Lamentablemente vamos a ir entrando en una Niña débil, pero va a estar presente. El río va a seguir bajo, estamos ahora tres metros por debajo del nivel real. Eso hace que el agua no entre a arroyos, lagunas, que si estarían llenos son cortafuegos. Acceder a combatir un incendio como el de Santa Fe en estas condiciones es muy difícil. A veces cuando se accede se prioriza el trabajo de protección de personas y infraestructura de la gente que vive en las islas”, comentó.
Trabajo conjunto con Santa Fe
Informó que “tomamos contacto con autoridades de Santa Fe. Estamos trabajando con ellos desde abril, de manera asidua, coordinando el foco de la atención, que es el Delta. Hoy tuvimos una pequeña muestra de lo que les pasa muchas veces a los rosarinos”.
“Elaboramos una serie de reuniones y protocolos porque si se da en la zona del Delta, donde hay un millón y medio de hectáreas, será imposible abarcarlo con una sola provincia. Nación también está involucrada en el Sistema Nacional del Fuego. Hay que coordinar las bases operativas, las distintas brigadas que intervienen, los turnos, quién interviene primero, entre otros”, finalizó. Elonce.com